25 de enero de 2009

Galletas de nata


Hoy hace una semana que nos decidimos por ir al rastro.

Entre bragas a 5 euros, calcetines 3 pares por 6 y la última moda recién diseñada, me encontré con uno de esos puestos que te venden desde destornilladores hasta estampas de San Pedro. En ese revoltijo adquirí con emoción un lote de corta-pastas, muchos de ellos con forma de animalillos.
Ayer me dio por estrenarlos y hacer unas galletitas.

Cometí el pequeño fallo de aromatizarlas con agua de azahar, lo que les proporcionó un ligero regusto similar al del "Surtido Cuétara" que tanto odio, por eso mi primera impresión al probarlas fue la de fracaso total, pero gracias a que tengo unos estupendos amigos que hicieron de cobayas para mis experimentos culinarios y que por suerte, comen de todo, me lograron convencer de que estas pastitas de té están estupendas.




INGREDIENTES:

- 85 g. de nata.
- 85 g. de azúcar.
- 300 g. de harina.
- 2 huevos.
- 20 g. de levadura en polvo.
- 30 g. de mantequilla.
- vainilla, ralladura de limón, canela, anís o cualquier otra cosa para aromatizar que no sea agua de azahar...


PREPARACIÓN:

Batimos las yemas con el azúcar hasta blanquear e incorporamos la nata y la mantequilla previamente derretida. Añadimos las claras a punto de nieve mezclando con una lengua de abajo a arriba, para que no se bajen.
Por último, incorporamos tamizando poco a poco, la harina mezclada con la levadura.
Cuando tengamos una masa homogénea, la ponemos sobre la mesa de trabajo y amasamos.
Extendemos la masa con un rodillo hasta formar una lámina de 1/2 cm. de grosor y cortamos las galletas con los corta-pastas.
Ponemos las galletas en una bandeja forrada con papel de horno y las cocemos durante 20 min. a 160ºC.


Para decorar las galletitas tenemos que invocar a nuestra imaginación.
Yo opté por el siempre querido chocolate y por un glaseado multicolor.
Para el chocolate solo necesitamos fundir un par de porciones en el microondas con un chorrito de leche y luego sumergir con cuidado las galletas y dejar que el chocolate endurezca.
Para el glaseado, cogemos un par de cucharadas soperas de azúcar glasé que humedecemos con unas gotas de agua obteniendo una pasta blanca. Separamos porciones de este glaseado y añadimos en cada una de ellas, una gota de colorante alimenticio (yo opté por el rojo y el verde).
Después, solo es cuestión de un poco de maña y mucho arte, para dibujar las galletas con el glaseado de colores.

1 comentario:

  1. Ricas, ricas, ricas. Como decía Beni, tienen un sabor parecido a las rosquillas de Ledesma y el chocolate les da el punto dulzón que les falta. Mmmmm!

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