Es una bomba explosiva de avellana, chocolate y mantequilla. Cuando lo probé por primera vez en uno de esos desayunos pantagruélicos en casa de Inesita, antes de un relajante baño termal, me encantó, así que no podía dejar de pedirle la receta y hacerlo yo misma.
INGREDIENTES:
- 200 g. avellanas molidas.
- 125-150 g. de harina.
- 200 g. de azúcar.
- 200 g. de margarina holandesa.
- 1 cucharita de levadura.
- 1 cucharita de cacao negro holandés.
- 3 huevos.
PREPARACIÓN:
Mezclar previamente el azúcar con la margarina hasta que blanquee. Tiene que montar hasta casi doblar su volumen. Añadir los huevos uno a uno y mezclarlos perfectamente.
Aparte, mezclar la harina con la levadura, el cacao y las avellanas molidas y añadir a la mezcla anterior. Tiene que quedar una pasta más o menos espesa.
Vertemos la pasta en un molde rectangular cubierto con papel de hornear y cocemos en el horno a 180º durante unos 50 minutos. Como siempre depende del horno.
Es muy sencillo de elaborar y está buenísimo.
Inés me ha recomendado la margarina y el cacao holandés (que ella adquiere en la sección de delicatessen del Corte Inglés), pero yo he usado margarina normal y corriente y cacao en polvo del que se utiliza para preparar chocolate a la taza. En mi primera experiencia se me pasó un poco el tiempo y se me churruscó un poco, pero eso no evitó que antes de que se enfriara, ya alguien le huebiera metido mano. Me ha quedado tan bueno como el de Inés, aunque la apariencia sea un poco lamentable. La foto no es muy buena, y he estado a punto de no subirla, pero en fin, aquí está. Probad a hacerlo y ya me contaréis.
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