25 de abril de 2010

Salts of origin

Mi amiga Carmen, la trotamundos y principal proveedora de libros de cocina internacional de mi colección de libros de cocina, acaba de llegar de New York. Esta vez no me ha traído ningún libro (hacer hamburguesas no tiene ningún misterio), si no que me ha regalado un surtido de sales de diferentes partes del mundo que me ha entusiasmado.

Inmediatamente, me he chupado un dedo y me he puesto a catarlas, bebiendo entre una y otra medio litro de agua, para poder diferenciar distintos matices del sabor salado.

- Hawaiian Black Lava Sea Salt: De color negro y textura muy crujiente, con un toque de mar.
- Atlantic Smoked Salt: De grano fino y color grisáceo, con un maravilloso aroma ahumado.
- Cyprus Flake Salt: Escamas blanquísimas y textura muy crujiente. La que me resulta más familiar, ya que proviene del mediterráneo. En España la conocemos como sal Maldon y me encanta.
- Murray River Flake Salt: Proviene de Australia y también son escamas crujientes, pero con un delicado color a albaricoque.
- Himalayan Pink Rock Salt: Se recoge de los depósitos salinos que sedimentaron en las montañas del Himalaya hace millones da años. Es muy heterogénea y sus granos cubren una amplia gama de colores blancos perla, rosas y rojizos.
- Hawaiian Red Alaea Salt: Otra Hawaiiana de intenso color rojo terracota. Procede de arcillas volcánicas purificadas y por su sabor tiene que ser ideal para carnes a la brasa.


Después de la cata de sal, y teniendo en cuenta que eran las 14:00 horas y tenía bastante hambre, me entró un subidón de inspiración y me preparé un plato de lo más sabroso:
"Noodles con gambas y algas" (No hay foto de los noodles, porque olían tan bien que me los comí antes de encender la cámara)


Las algas elegidas fueron Lechuga de mar, musgo de Irlanda y un poco de Agar en fibras. Las hidraté con agua durante 10-15 min.
Herví los noodles durante 4 minutos en agua sin sal, mientras salteaba unas cuantas gambas en el wok con una cucharada de aceite de oliva virgen extra (también sin sal,... eso vendría luego).
Una vez cocidos, pasé los noodles al wok y también las algas. Aromaticé con una mezcla de especias Thai y le dí un último y definitivo golpe de calor.
Por último, sazone con Hawaiian Black Lava Sea Salt.

No tengo palabras para describir lo sabrosísimo que estaba el plato.




Carmen, para la próxima no me hagas visitas relámpago y así podrás quedarte a comer y disfrutar de estos regalos tan fantásticos que me haces. GRACIAS!!!!!!!

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