Dim Sum

¿Alguna vez habéis ido a algún restaurante asiático y os han puesto de entrante o aperitivo una especie de empanadillas de mil formas y tamaños, muchas veces atadas con una hoja de cebollino, que están rellenadas de quien sabe qué, pero que están buenísimas?

Seguro que sí.

Y, ¿alguna vez habéis intentado cocinar y hacer esos buñuelitos, o empanadillas, o atillos en vuestra casa?

Pues yo sí, y siempre me quedan amorfas y demasiado grandes, y nunca consigo que el cebollino se quede bien atado, y es un engorro, aunque el sabor es riquísimo... por supuesto, aunque tengo que decir que la masa siempre me queda un poco aceitosa y no me gusta mucho.

El caso es que esta tarde me ha tocado ir a hacer la compra porque tenía la nevera totalmente despoblada, y aunque soy contraria a todo aquel producto alimenticio que lleve la etiqueta de "precocinado", no sé muy bien porque, me llamaron la atención unas cajas negras que se exhibían dentro de la cámara de los congelados. Cuando vi que se trataba de Dim Sum, no dudé ni un segundo en echarlos a la cesta de la compra, porque aunque sea un precocinado congelado... tenía que probarlo!!!!

Dim Sum son unas polifacéticas empanadillas chinas, concretamente de la cocina cantonesa, que es la más extendida por todo el mundo. Normalmente se cocinan al vapor, aunque también están las variantes fritas que son muy crujientes.

Dim Sum es una expresión que significa " Delicia del Corazón" y esa era la expectativa para la cena de esta noche.

Ya en la cocina, abrí la caja como quien abre un regalo, sin saber lo que me iba a encontrar, porque ya se sabe que con este tipo de productos, la foto del envase puede diferir mucho del contenido de éste, y las sorpresas pueden ser muy decepcionantes. Por suerte, éste no fue el caso. A primera vista las Dim Sum tenían muy buena pinta. Además eran de un tamaño minúsculo y muy coquetuelas, con cinco formas diferentes y su hoja de cebollino perfectamente atada, jejeje ;)

Quedaba por descubrir el segundo regalo sorpresa: el relleno. Y es que también es sabido que los rellenos de las cosas precocinadas suelen ser, en su mayoría, una pasta incierta con "sabor a" gracias a unos cuantos potenciadores de sabor añadidos extratejicamente.

Puse la sartén con abundante aceite al fuego, y cuando estuvo bien caliente procedí con la fritura de mis Dim Sum.

El resultado: EXQUISITAS!!!!

De los cinco tipos diferentes, solo uno era una especie de rollito de primavera al curry con un alegre sabor picante. Los cuatro restantes estaban rellenos con una gamba condimentada de formas diferentes.

Y la masa... umh!! Super crujiente.

No sabría decir cuál me gusto más. Me quedo con los cinco.

Por una vez voy a hacer una excepción y voy a gritar bien alto: Que viva el precocinado congelado!!!!!

Está claro que, por menos de tres euros, puedes preparar un aperitivo de lo más exótico sin manchar a penas nada y ahorrando muchísimo tiempo.

Os lo recomiendo 100%.